De que la culpa de todos los males de España la tenía Zapatero, millones de españoles con sus votos así lo han refrendado, auparon al Partido Popular al Gobierno de la nación. También es verdad que han sido ocho años los que han tardado en madurar tal definición de voto.
Don Mariano Rajoy, en un descomunal esfuerzo por hacer chico a su predecesor, solo ha tardado días en demostrar que el problema no es ocultar lo que hay, sino que es mejor hacer lo que no dijo. Así, en menos que se santigua un cura loco, Don Mariano sube los impuestos cuando, juro y perjuro, la imposibilidad de tal hecho nefando desde una posición liberal. Hasta Doña Esperanza ha puesto la voz en grito.
También es de agradecer que haya mantenido sus prolongadas ausencias de la vida pública, solo comparables a las de sus homónimo responsable (¿?) en las labores de gobierno de este municipio.
El Sr. Mercado no conoce de diferencias, solo de sumisiones, por lo cual más de lo mismo: Que sindicatos y empresarios negocian, da igual el Sr. Mercado ha puesto fecha de caducidad. Que las cuentas públicas no cuadran, da igual el Sr Mercado ha determinado que sigan pagando la crisis las clases más desfavorecidas. Que los servicios públicos esenciales educación, sanidad y servicio sociales son imprescindibles, es lo de menos, el Sr. Mercado manda suprimirlos.
En nuestro municipio las instrucciones han sido entendidas, con la inestimable connivencia de la marea magenta (UPyD), con la reciente aprobación de los presupuestos e iniciativas de mismo calado: Privatización de Piscinas de Getafe Norte, obstrucción a la Comisión de Ayuda a los desahuciados aprobada en Pleno, ahogamiento del tejido asociativo de Getafe con la desaparición de las partidas presupuestarias para su mera existencia, en definitiva, pleguemos la bisagra al Sr. Mercado.
Mañana nos dirán que la culpa es de los anteriores, pero mañana desaparecerá la educación pública, como el ciclo 3 a 6 años en las EEII de Getafe y las casas de niños, mañana pagaremos por las receta en las farmacias, mañana los dependientes volverán a depender de sus familiares, mañana nuestros hijos trabajaran con contratos de horas, pero el Sr. Mercado estará satisfecho.
Quisiera poder felicitarlos el año recientemente estrenado, pero si quiera puedo desearos y desearnos buena suerte.
Desde Izquierda Unida nuestros deseos para 2012 solo se pueden condensar en que el defender un trabajo digno, unos servicios públicos de calidad, un derecho a esperar que nuestros hijos tengan un futuro, no es nada regalado, ha sido luchado, en definitiva ha sido tan difícil de conquistarlos como fácil de perderlos.
Salud y buena suerte.
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