Después de la aprobación de la ampliación de los limites de la jornada laboral que han llevado a cabo los Ministros de Trabajo de la Unión Europea la pasada madrugada del 10 de Junio, IU de Getafe manifiesta su más profundo rechazo a la semana laboral de 65 horas, dejando al lado las 48 horas máximas existentes hasta el momento.
No entendemos que estemos hablando hoy de 65 horas de jornada laboral, cuando en nuestro país se camina para regular una jornada de 35 horas semanales.
Desde su establecimiento en la mayoría de países, el 1º de Mayo representa una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago, que fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las luchas por la consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvieron su origen en la huelga iniciada ese día del año 1886.
A lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores y trabajadoras, para otorgarles derechos de respeto, retribución y protección social. En la última década del siglo esos progresos retrocedieron bajo la influencia del neoliberalismo.
La masiva representación de la derecha más neoliberal y ultraconservadora en la Unión Europea, con la presencia de Sarkozy y Berlusconi, muestra la orientación social que se quiere imponer, lapidando el modelo social construido por la clase trabajadora y que tanto nos ha costado conseguir, en la calle y con la lucha de los trabajadores y trabajadoras.
Esta Directiva de ampliación de la jornada laboral, manifestación directa y clara del espíritu y la letra del Tratado de Lisboa, atenta nítidamente:
· Contra el reparto del empleo en una Europa que dice caminar hacia el pleno empleo.
· Atenta contra el reparto de la riqueza cuando los poderosos nos hablan de la Europa del bienestar y de la justicia social.
· Atenta contra la conciliación de la vida laboral y familiar en pleno discurso europeo por la igualdad.
· Atenta contra la salud y la calidad de vida de la clase trabajadora al pretender condenarla a largas y extenuantes jornadas de trabajo.
No entendemos que estemos hablando hoy de 65 horas de jornada laboral, cuando en nuestro país se camina para regular una jornada de 35 horas semanales.
Desde su establecimiento en la mayoría de países, el 1º de Mayo representa una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago, que fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las luchas por la consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvieron su origen en la huelga iniciada ese día del año 1886.
A lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores y trabajadoras, para otorgarles derechos de respeto, retribución y protección social. En la última década del siglo esos progresos retrocedieron bajo la influencia del neoliberalismo.
La masiva representación de la derecha más neoliberal y ultraconservadora en la Unión Europea, con la presencia de Sarkozy y Berlusconi, muestra la orientación social que se quiere imponer, lapidando el modelo social construido por la clase trabajadora y que tanto nos ha costado conseguir, en la calle y con la lucha de los trabajadores y trabajadoras.
Esta Directiva de ampliación de la jornada laboral, manifestación directa y clara del espíritu y la letra del Tratado de Lisboa, atenta nítidamente:
· Contra el reparto del empleo en una Europa que dice caminar hacia el pleno empleo.
· Atenta contra el reparto de la riqueza cuando los poderosos nos hablan de la Europa del bienestar y de la justicia social.
· Atenta contra la conciliación de la vida laboral y familiar en pleno discurso europeo por la igualdad.
· Atenta contra la salud y la calidad de vida de la clase trabajadora al pretender condenarla a largas y extenuantes jornadas de trabajo.
· Atenta contra la negociación colectiva de las condiciones laborales al abrir la posibilidad de negociar la jornada de forma individual entre el trabajador y el empresario.
IU de Getafe llama a la movilización social para rechazar la recesión e involución que esta Directiva supone.
Todos aquellos que lo deseen pueden estampar su firma contra este atentado a los trabajadores en la siguiente dirección:
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